Deje que los niños cometan errores: la investigación muestra que la sobreprotección crea trastornos de conducta en los niños

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Deje que los niños cometan errores: la investigación muestra que la sobreprotección crea trastornos de conducta en los niños
Deje que los niños cometan errores: la investigación muestra que la sobreprotección crea trastornos de conducta en los niños
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La principal preocupación de los padres es mantener seguros a sus hijos. Por lo tanto, desde los primeros pasos, mamá y papá siguen constantemente al niño para que no le pase nada malo. Por un lado, esto es bueno, ya que aumenta las posibilidades de supervivencia de la descendencia. Por otro lado, los niños pierden la oportunidad de cometer errores y aprender lecciones.

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Últimas investigaciones

Este tema ha sido de interés para psicólogos y educadores durante mucho tiempo. El trabajo realizado en los EE. UU. muestra cómo la sobreprotección temprana puede tener un impacto negativo en el desarrollo de los niños. Los bebés que estaban demasiado controlados por su madre a los dos años tenían un autocontrol reducido a los cinco años.

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Cuídate

Los padres tienden a hacer lo mejor que pueden por sus hijos. Así más rápido, más fácil y garantiza su seguridad. Los investigadores publicaron sus hallazgos en la revista Developmental Psychology. Durante ocho años, examinaron a 422 niños, cada uno varias veces cuando tenía dos, cinco y diez años.

La prueba es bastante simple, se les pide a las madres que jueguen con sus hijos bajo la supervisión de un especialista durante cuatro minutos con varios juguetes y luego los armen. Se evaluó hasta qué punto la madre tomó el control de la tarea y el niño. Algunos de ellos intentaron constantemente dictar cómo jugar o retirarse. Otros permitían más libertad.

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La verdad está en el medio

Cuando los padres controlan demasiado a un niño, creen que están actuando por el bien. Cada vez es más conveniente no solo para ellos, sino también para la sociedad. Tal niño no hace ruido, no requiere, otros como él. Sin embargo, para fomentar las habilidades emocionales y conductuales, los padres deben permitir que los niños experimenten una variedad de emociones y darles espacio para practicar.

Si el bebé está demasiado controlado, tendrá problemas en la escuela. A la edad de cinco años, se tomaron dos pruebas para evaluar las emociones y el autocontrol de los niños. El primero involucró una distribución de dulces deliberadamente injusta entre los dos muchachos. Luego, en el encargo, el compañero tenía que devolver algunos de los dulces.

En la segunda prueba, a los niños se les mostraron diferentes formas: formas geométricas y animales. Tenían otras formas más pequeñas en el interior, como un círculo grande con varios cuadrados pequeños. Los niños siempre tenían que nombrar la forma más pequeña sin distraerse con la más grande.

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Resultados preliminares

Los investigadores encontraron una correlación entre las madres que tenían un control excesivo de sus hijos a los dos años y un autocontrol poco desarrollado a los cinco años. Es decir, los padres deben aprender a controlarse a sí mismos en primer lugar. Si la situación no es potencialmente peligrosa, puede reconocerse como un juego y tener la oportunidad de vivirla por su cuenta, sin gritos innecesarios.

Los niños que no pueden regular eficazmente sus emociones y su comportamiento tienen más probabilidades de tener dificultades con las actividades y más problemas para hacer amigos. Esto sugiere una vez más que todas las habilidades deben adquirirse en el momento oportuno.

Cuánto control es "demasiado"

El estudio también tiene una serie de desventajas. Su tiempo es de un total de seis minutos, además, sus participantes entienden que esto es un experimento y están preocupados. Es decir, no actúan con naturalidad, sino que tratan de adivinar cómo comportarse. Además, es difícil decir cuánto control es "demasiado". Al evaluar el comportamiento de los padres, se deben tener en cuenta los factores culturales, como cuán peligroso es el entorno del niño. Pero a pesar de las desventajas, lleva a una conclusión importante. Un adulto no podrá vivir la vida por su bebé, por lo que debe darle la oportunidad de adaptarse a ella. Por lo tanto, el control excesivo es perjudicial.

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